¿QUÉ SON LOS PROBLEMAS DE CONDUTA?
Los problemas de conducta se caracterizan por:
- un repetido incumplimiento de las normas sociales de convivencia y
- una oposición persistente a las figuras de autoridad (padres, profesores, etc.)
Estos comportamientos generan como consecuencia un deterioro en las relaciones familiares y sociales que va en aumento si no se pone solución.
Afectan al 5-10 % de niños de 5 a 15 años, y suponen uno de los diagnósticos más frecuentes en niños y adolescentes.
Muchos de los comportamientos problemáticos surgen de forma natural durante el desarrollo del menor. Por ejemplo, la desobediencia de un niño de 2 ó 3 años ante la prohibición de los padres de tocar la televisión, o las pataletas cuando aún no ha aprendido a hablar, son conductas normales y necesarias para que el niño desarrolle las sensaciones de independencia y autonomía, que le permitirán conocer el mundo a través de su interacción con él.
No obstante, estos comportamientos deben desaparecer con el aprendizaje del niño y la educación de los padres. Si se mantienen a lo largo de los años pueden dar lugar a la aparición de los problemas de conducta y sus consecuencias, llegando hasta la delincuencia en los casos más graves.
SOLUCIÓN
La forma de educar tiene un papel principal en la corrección de estos comportamientos o en su mantenimiento. Por eso, identificarlos a tiempo es crucial para evitar que el menor tenga dificultades de adaptación en el futuro.
Es necesario elaborar un plan de acción con los padres, facilitándoles toda la información necesaria y ayudándoles a desarrollar su función educativa. La terapia que integra el trabajo con el menor y con los padres tiene resultados positivos que se mantienen a largo plazo.